lunes, 26 de abril de 2021

El dilema de la nueva política social pandémica en Argentina

 



Resolver dejar morir o vivir...resolver a quién le toca primero la vacuna.

¿Cuál es el valor social y político de la Policía, Médicos y Maestros?

Estamos en un gran dilema. Los dilemas como los que se enfrentan tras las puertas de hospitales u otros, también se pasean en nuestras calles, en la vida cotidiana, y resolverlos ahora o cuando termine la pandemia, será obra de todos, así sea por omisión.

Piensa si quieres en los protocolos éticos, una herramienta para alivianarle la carga a profesionales de la salud, seguridad y educación.

No sé si han notado que es muy común que se acuda a una noción problemática que es la de "valor social", que asume que hay personas con más valor social que otras y que tienen prioridades en términos de tratamiento.

¿Y no es así?

Ante la escasez de ventiladores, camas, móviles, escuelas en condiciones, etc.

¿No es imperativo tener un criterio claro basado en algo como esto?

"El tema es que hay una serie de presupuestos complicados que revisar".

Analicemos un escenario que tiene un anciano de 88 años y un joven de 19, y escoges al de 19 porque el anciano ya vivió.

Una decisión seguida por un silencio que evidencia el vacío que dejó en el alma.

Ahora piénsala a futuro, bajo la premisa del mundo que queremos construir, y probablemente harás al menos una pausa antes de asumir como regla que es mejor sacrificar a quienes tienen el tesoro del conocimiento y experiencia.

Otro escenario para ejemplificar sería entre un efectivo policial y un médico, y escoges al médico porque son ellos los que nos están salvando la vida.

Otra decisión seguida de otro silencio que evidencia el vacío que dejó en el alma.

Vuelve y piénsala a futuro, bajo la premisa del mundo que queremos construir en paz, y probablemente harás al menos otra pausa antes de asumir como regla que ¿es mejor sacrificar hoy a quienes nos darán seguridad el día de mañana?.

Me gustaría dar otros ejemplos para comprender.

¿Qué pasa si se trata de un maestra de educación común de 50 años de edad que puede educar a mucha gente y una joven recién recibida?

Cualquier respuesta es mala, por más necesaria que sea.

Y para ponernos entre la espada y la pared, los invito a cualificar también a esa persona joven.

Analiza, por último a una persona de escasos recursos, indigente que vive en un barrio de emergencia , que no contribuye al capital financiero o la productividad de un país. Entonces tienes frente a ti a un ser humano indigente y a una maestra de grado de nivel común.

Hay que tener mucho cuidado al hacer ese cálculo de valor social, porque con mucha frecuencia lo que mides es quien aporta más a la sociedad bajo un criterio muy reduccionista de la humanidad a su capacidad productiva y por otro lado una visión política en cuanto a las estrategias de votos para con la política partidista.

¡ Que gran dilema !

Cuando uno se pone a analizar lo que significa el criterio del valor social como toma de decisiones, se da cuenta que se nos tienen que dispara las alarmas.

¿Vamos a dejar morir a los Policías porque en su preparación eligieron una carrera de riesgo, vamos a dejar morir a las personas con discapacidad, a las comunidades indígenas, a los delincuentes en las cárceles o a aquellos con un estilo de vida alternativo? De ser así, ¿qué sociedad estaríamos construyendo y qué seríamos nosotros en esa sociedad?

¿Cuánto valor social tendríamos?

Los interrogantes llueven pero volviendo al llano, nos preguntamos si realmente hay alguna manera de evitar que las decisiones se tomen así.

Podemos tomar como horizonte la teoría y filosofar muchas horas al respecto.

¡Mucho cuidado con esto!

No podemos dejar pasar por alto bajo ningún aspecto que son personas que por el sesgo implícito se piensa que valen menos...

El Sesgo implícito funciona en un nivel subconsciente y se manifiesta en las actitudes y comportamientos de las personas que, sin reconocerlo o saberlo, se comportan de manera diferente al interactuar con personas de diferentes orígenes raciales. A veces si alguien cree sinceramente que no es racista, todavía es posible que pueda ser impulsado inconscientemente por prejuicios que perpetúan resultados dispares.

Si la apuesta política actual y moral a futuro es construir o edificar una sociedad de cuidado, justicia y humanizada, el criterio no puede ser simplemente la productividad y el capital.

Suponiendo en principio de que estas decisiones son imposibles de tomar.

Lo único que uno puede hacer es recomendar: todos los protocolos son recomendaciones. Los comités de salud y bioética no dan órdenes en absoluto.

Pero parte de lo que uno está recomendando tiene que ir un poco más allá. Vale la pena darle pelea para que la gente que está desprotegida cuente. Lo mínimo a lo que debemos aspirar es que esas decisiones no sean fáciles, que no sea tan evidente que se salva siempre al médico y no al Policía.

Seguiremos siendo animales sociales eternamente?


Francisco “Pancho” Cordón Grimsditch
Subcomisario (R)
Técnico en Seguridad Pública
Instructor Nacional de Andinismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje su comentario que a la brevedad le será respondido. Gracias