domingo, 3 de julio de 2016

La Policía de Mendoza política y politizada



Un policía se politiza cuando atiende más a intereses políticos y partidarios que a su profesión y de eso abunda en nuestra fuerza policial en los cuadros de Oficiales Jefes y Superiores, pero a diferencia de otros países europeos, por estos pagos el beneficio que persiguen puede ser económico, ascensos jerárquicos o un buen destino de acomodo. No hay nada que ocultar,  ya está todo inventado.

Antes de contestar nuestro título te vamos a explicar que es una Policía Política, no es más ni menos un cuerpo de policías que sirven a los intereses del poder de la política,  de un gobierno o un partido político determinado o cualquier otra institución que busca mantener una situación dominante sobre ciertos intereses. A diferencia de una policía convencional, este tipo de policías no luchan contra los criminales en el sentido estricto, sino se persiguen otros objetivos ligados al poder. En muchos países se ha utilizado para fines de represión social y persecuciones ideológicas. En Mendoza estamos en el borde.

Esta cantado que en la Argentina las policías son utilizadas por el poder político, desde el Obelisco hasta la Muralla China.

En Mendoza no se discute tanto este tema del color político del uniformado porque existe una subordinación natural por la condición o función policial que se disimula notablemente con la estructura vertical y la conformación de autoridades del Ministerio de Seguridad. La comandancia política sabe que los policías no tienen muchas chances de pensar órdenes, analizarlas, estudiarlas o criticarlas, en fin, una policía pensante, estudiada, eficaz, eficiente e inteligente podría hacerle saltar la liebre a ciertos intereses escondidos. No profundicemos porque oscurece.

Todos estos ciclos estratégicos que sufren las fuerzas de seguridad se vuelven a repetir cada vez que hay cambio político. El lema “el que pega primero pega dos veces” se repite para bien o para mal porque no deben quedar márgenes de debilidad, entonces jugamos con la seguridad del mendocino creando fantasmas periodísticos para desvalorizar, poner en tela de juicio y menospreciar a 10.000 hombres y mujeres que eligieron el apostolado de la seguridad pública o ciudadana, como si no fuésemos de esta sociedad.

De acuerdo a mi criterio la estructura política viene fallando notablemente. La creación de la Inspección General de Seguridad fue un buen invento para ligar de alguna manera los intereses de todos los partidos políticos en el control de las fuerzas de seguridad mendocinas, pero al parecer algo falló. Por otra parte cuando este contralor es llevado a cabo solamente por el Gobierno de turno estamos frente a un problema preocupante, porque volvemos a incurrir en errores pasados.  Yo soy Gobierno, yo controlo mi policía y saco corriendo a quien quiera, no tengo oposición.

En otra vereda todos aquellos que queremos y deseamos fervientemente la emancipación y profesionalización de la fuerza policial que creemos fervientemente en la Sindicalización como otra variante para poner acentos donde hay errores, somos llamados opositores. Vemos que esto sigue exactamente igual que hace treinta años con los mismos prejuicios y estrategias políticas.

En síntesis el tema de la inseguridad ya no es un tema social por excelencia, es un tema netamente político, se resuelve bajo ciertos criterios que escapan a los intereses ciudadanos.

El manoseo constante de una Institución democratizada a medias está ocasionando serios perjuicios en los hombres y mujeres que la componen. La fuerza policial mendocina se encuentra en crisis, pero la estructura política social también y esto lo que intentan tapar.

Yo no quiero imaginar, pero si la fuerza policial mendocina tiene Oficiales Jefes y Superiores corruptos, ¿ qué va a pasar con los Directores, Subdirectores, Asesores, Ministro, Secretarios, etc.. del grupo político que los vio pasar ?, ¿ saldrán ilesos o no tienen responsabilidad ?.  Los Policías en actividad o retiro no queremos pensar que la salpicada llega solamente hasta la Ley 6722.

Si hablamos de politización de la fuerza policial representa una forma de violencia institucional o gubernamental que vienen empleando ciertos niveles políticos para alcanzar metas proselitistas o fines similares. Realmente les anuncio a mis colegas que estamos perdidos y les anuncio que los ascensos van a seguir siendo políticos.

Tras los hechos que vienen ocurriendo en Mendoza podemos llegar a la conclusión de que aquella transformación política de la fuerza policial comenzada en el año 1998 ha sido un total fracaso. Los resultados a la vista nos llevan a discutir públicamente que dicha intervención ha generado una herida muy difícil de cicatrizar en el recurso humano policial.

Hagamos un paneo por latinoamerica y podremos observar que todas las fuerzas de seguridad viven casi los mismos problemas. Bolivia por ejemplo en su actual administración defiende a la sociedad y conserva el orden público solo cuando lo instruye el Gobierno de turno; no importa qué clase de desmanes surjan, si no hay un guiño de la autoridad política los uniformados no mueven un dedo, algo inconcebible pero real que se vive a diario.  No estamos muy lejos de que esto ocurra.

En Mendoza no hay plan de seguridad que cambie estos aspectos, por consiguiente seguirán los conflictos en aumento, la fuerza policial abandonada y reprimida en cuanto a sus derechos laborales hasta tanto no existan un cambio político importante.

Existe una solución llamada optimismo que anuncia un cambio de paradigma en el pensamiento de los policías y la unión para el bien común. No importa cuánto el Gobierno de turno obstaculice los derechos del trabajador policial o los intente ignorar, siempre va a ganar el bien común.  Por eso les pedimos a todos nuestros compañeros que sigan la lucha de cerca a sabiendas que el camino es sinuoso, pero con un final alentador.

Habría que analizar profundamente esta transformación política social desde varios aspectos y decidir si nuestra policía debe tomar una postura beligerante antes estos cambios. 

Para vos político mendocino ¿vos crees que pegándole a la fuerza policial vas a afianzar la identidad político partidistas para tu permanencia en el poder?

Los hechos de corrupción de nuestra policía tienen socios políticos. Sino saquen las manos del plato. 

Al Policía corrupto hay que cesantearlo rapidamente  y no dejarlo caminar como han hecho hasta ahora con las Instituciones del Estado. Mea culpa Señores.

Mostremos cordura y abramos el juego porque el tema de la inseguridad es responsabilidad de todos.

Subcrio. R  Francisco Cordón

Apoderado Si.Me.Pol.