lunes, 16 de septiembre de 2019

Revolución de ideas o desintegración policial



Pasaron muchos años ya de aquella misión silenciosa desarrollada en un pequeño lugar de Mendoza donde soñábamos en la utopía de creer que la Fuerza Policial alcanzaría un nivel de maduración a la altura de varias ciudades europeas. Nos frenaron el proyecto.

Diseñar una fuerza policial con tecnología de avanzada es fácil. Solo se necesitan recursos económicos y financiamiento político gubernamental. Actual gestión política y la de muchas.

Lo difícil es comprender que sin recurso humano capacitado y dispuesto, con magros salarios mensuales y perspectivas laborales incipientes fuera de lo institucional, acabaría en cuatro u ocho años siendo un rotundo fracaso no solo en lo humano sino en lo instrumental.

Lo revolucionario quedó totalmente disminuído al plano de haber impreso en las voluntades policiales un estado de desánimo tal que cada vez son más los efectivos policiales que hacen uso del retiro anticipado. Se van, no aguantan mucho.

El profundo dolor que generó esta misión política desbastadora, que a mi entender a fracasado una vez más, este continuo circo de autoridades políticas en dicha Institución ha alcanzado el tiempo esperado por los principales Partidos Políticos mayoritarios, los cuales todos conocemos acabadamente.

Ya no hay preocupación en las filas policiales, hay desidia en lo cotidiano y desánimo generalizado digno de ser estudiado por la psicología laboral actual.

Quedan vagas esperanzas atornilladas en los recuerdos de aquellas promociones policiales de efectivos en actividad y retiro que cada un año se juntan para "autoconvencerse" que los tiempos de antes eran mejores, el presente incierto y un futuro alarmante. Intervenir sería inmolarse con los actuales aprietes políticos.


¿Qué se viene en los próximos años a nivel policial?


La primera pregunta del millón, pero ¿a quién le importa?. Sin dudas a los ciertos Policías, pero a los políticos, no mucho más, ya están organizados.

"Futura desintegración de los actuales cuerpos policiales a la mínima expresión. Los mismos van a ser reemplazados por centros de Seguridad Municipal u otras que el camino definan".

Se van más Policías de los que ingresan. Los jóvenes buscan una oferta laboral rápida, la fuerza policial fue en su momento una alternativa más interesante para avanzar de por vida, ahora es la cobacha para decidir mientras tanto el futuro, que brinda un salario inicial normal. Podríamos decir que la Inspección General de Seguridad tiene luego de recibidos mucho trabajo para resolver.

Este plan trazado por el Sistema Político, cuyo "maestro" en su momento lideró una acaudalada suma de dinero, hoy sigue asesorando a sus congéneres de manera inapreciable. El haber generado un Ministerio de Seguridad que significó la intromisión de más del 95 % de cargos civiles era solo el principio de una estrategia diseñada a largo plazo que hoy les trae sus frutos.

Evidentemente el sistema político nunca iba a permitir que una Institución semi militarizada en algún momento de la historia pudiera producir antivirus contra el coorporativismo político argentino. Intervenir, dividir, disolver, dilatar, generar miedo interno, recargar con trabajo, etc, fueron los verbos empleados en esta última década de desintegración asistida.


¿Y ahora qué sigue?


La segunda pregunta del millón. Otra vez cambios.

Sigue lo que siempre ha pasado en una Institución intervenida maliciosamente por la política, cambio formal de figuras políticas, reemplazo de planes de seguridad, cambio en la modalidad de patrullajes, más recargos policiales, estigmatización de Jefes Policiales que apoyaron a la gestión que deja el mando, violencia institucional ejercida por el internismo (manoseo proselitista), incertidumbre, desintegración, retiro anticipado, enfermedades laborales y fallecimientos.


¡Se vienen nuevas compras! ¡luego vienen enormes licitaciones! y le siguen aumentos de recargas laborales porque el que empieza quiere hacerse notar a costa de todo.

Empieza el rodeo cada cuatro u ocho años. Una verguenza, gente que nunca estudió temas de seguridad ocupando cargos importantes de decisión, puestos a dedo político, traslados dañinos, mucho malestar interno, amargura a la hora de trabajar, desgano, aumento de problemas de salud.

Todos los años cuando hay elecciones, meses antes, cada Gobierno comienza a publicar en los diarios la miseria de un "Comisario", el complot de dos policías que negocian droga, etc. Lo que nunca publican es cuántos Políticos y militantes derrapan en violencia día a día. Miserias que denotan el nivel de manipulación a la hora de tratar de demostrar al pueblo que tienen el control de los uniformados. Estigmatización social cuyo único responsable es el mismo sistema político que decide sobre la fuerza policial del momento.


¡Cuánto sacrificio Señores Policías!


Muy triste y lamentable este manoseo que nadie quiere dar a conocer y evidentemente viene dañando no solo a las fuerza policial sino a diferentes Instituciones del Estado.


¿Ustedes creen que el aumento de Asociaciones, Cooperadoras, Mutuales, Gremios y grupos policiales va a cambiar el diseño político organizado secuencialmente a través de los años?


Esta es la tercera y última pregunta que les dejo en el tintero, que evidentemente responde a una cuestión de crisis social a nivel nacional.

Necesitamos una revolución de ideas policiales : (del latín revolutio, "una vuelta")

Es necesario la organización intelectual de un movimiento desarrollado en las principales Universidades o Centros de Capacitación Policial de Argentina, cuyo propósito sea la transformación cultural en materia de seguridad, bajo premisas elaboradas y sostenidas por la sociedad moderna.

Desvincular la política de la Seguridad Nacional. No así de lo político, constitucional y jurídico.

Una revolución sinónimo de giro, vuelta a un nuevo sistema, no como muchos desearían transformar la Argentina con violencia, revuelta o sedición.

Para terminar, seguramente un escrito puede ocasionar miles de interpretaciones, muchos dirán que necesidad de exponerse en un mundo de aprietes, negociados e intereses y pocos interpretarán la profundidad de la semilla que tratamos de enterrar, pero nos basta tan solo un comentario para "dar inicio al cambio".

Volviendo al rodeo.


Francisco “Pancho” Cordón Grimsditch
Subcomisario (R)
Técnico en Seguridad Pública
Instructor Nacional de Andinismo