jueves, 10 de mayo de 2018

Golpe al principio de la discreción policial


Hace unos días Diario Los Andes  realizó una entrevista  al conductor de la Inspección General de Seguridad que opera bajo las órdenes del Gobierno de la Provincia.

Lo que me llamó seriamente la atención fue la notable falta de respeto tras publicar una serie de datos que son internos a nuestra fuerza policial.

Ustedes me dirán que somos empleados públicos y por lo tanto estos datos también tienen que ser públicos, que la gente o el ciudadano tiene que conocerlos;   les voy a explicar por qué en estos casos debe tenerse en cuenta el “principio de discreción”.

Etica y discreción son hoy sinónimos de sabiduría. Saber guardar un secreto o un dato confidencial y mantenerlo es un privilegio que pocos Gobiernos o Empresas puedan resolverlo. En un mundo donde la privacidad individual y colectiva parece esfumarse, confiar aspectos institucionales puede llegar a ser un verdadero desafío para aquellos que trabajan para y por la política.

Pero también puede llegar a ocasionar una verdadera catástrofe moral interna.

Pero en este caso puntual este tipo de información corriendo por la senda peatonal y las veredas de los vecinos genera mucha incertidumbre, mala imagen y por sobre todo indisciplina en una fuerza policial mendocina que no se lo merece. Digo que no se lo merece porque basta con hacer una mirada por sobre todas las fuerzas policiales de la Argentina y nos vamos a dar cuenta a qué me refiero. 

Tenemos una fuerza policial excelente con moscas en la leche como toda la sociedad.

Tampoco es bueno en estos días que el sistema político de conducción se jacte de tener totalmente sometida una fuerza que se ha desarrollado y ha crecido con diferentes gobiernos en todas las etapas de la vida en democracia. No es bueno y saludable generarle a nuestros hombres policías un sentimiento de persecución, generarles incertidumbre interna, malestar y por sobre todo ganas de retirarse o jubilarse pronto.

Hoy las fuerzas policiales de la Argentina no pueden sacar el pie del plato político. Me parece muy bien que exista tal intervención,  lo que no me parece bien es el sometimiento físico e intelectual de nuestras policías y la entrega de información a la prensa amarillista para generar resultados políticos interesados y adversos.

¿Qué pasaría si juntamos todas las miserias de nuestros políticos y las colocamos en un solo plato, dándola a conocer a nuestra ciudadanía?

Claro, esto nunca podría ocurrir. Pegarían el grito en el cielo. Perderían credibilidad ante el pueblo.

Bueno, ¿entonces por qué hacerlo con hombres y mujeres que decidieron una carrera de entrega al prójimo?

Los trapitos sucios deben ser solucionados en casa, decía mi abuela.  Hay una notable falta de respeto en la comunicación.

Pido a las autoridades políticas actuales que cuide a la familia policial. No nos hagan quedar como los peores, los más indisciplinados, no muestren información al mundo de lo capaces que son para controlarla. No es necesario.

Estas estrategias comunicacionales causan daños severos en la mirada de la gente para con la policía. Recuerden que cada gestión política es la responsable de la admisión e ingreso de nuevos policías. Ustedes son en definitiva los que seleccionan.

Entiendo que al sistema político actual y pasado no les convenga tener una fuerza policial con líderes naturales, decisión propia y otros detalles que son peligrosos para poder conducirla, pero tengan la amabilidad de seleccionar adecuadamente la información que están brindando a la prensa, pues los mendocinos ya no nos comemos los mocos, nos damos cuenta que el objetivo que intentan demostrar no escapa a una burda y asquerosa “casería de brujas”.

Por favor Señores políticos sean discretos, en estos tiempos tratar de someter un grupo de trabajadores disciplinados es muy bajo.

Ya destruyeron a sus conductores quienes se encuentran sometidos por temor a represalias bajo la premisa de no ascender, traslados inmediatos, peores destinos policiales y por sobre todas las cosas del sometimiento aplicado a través del recargo de horas laborales.

Vale decirles al sistema político que la fuerza policial ha resistido las peores atrocidades políticas y los que cada vez pierden más credibilidad sobre la sociedad son ustedes, pues están perdiendo poco a poco la decencia y la moral.

Esto no se trata de ser radical o peronista, se trata de ser discretos por favor.

A continuación paso el link del artículo enunciado en la presente carta:


Atentamente.

Francisco “Pancho” Cordón Grimsditch
Subcomisario (R)
Técnico en Seguridad Pública
Instructor Nacional de Andinismo